FÚTBOL Y CONCEPTOS
En el fútbol, hay códigos que dentro de la cancha son
meticulosamente venerados.
Uno de ellos, es respetar al adversario.
Y respetar al adversario no es precisamente saludarle,
sonreírle o cosa parecida.
El respeto se traduce en no sentirse superior en
ningún momento, mismo que eso sea evidente.
Y en un torneo importante, de elevadísima competencia
y con tiempo limitado para vencer, como es la Copa Mundial, ese código aumenta
mil por ciento.
Porque, aun siendo un equipo superior
futbolísticamente, el objetivo es entrar para vencer primero, antes de querer
dar espectáculo, jugar bonito.
En la Copa Mundial de Fútbol, la filosofía es vencer o
vencer.
La historia nos muestra que muchos países cuyo fútbol
es históricamente mejor jugado que en otros, fueron eliminados, tempranamente
inclusive, por haber cometido el pecado de querer mostrarse superior.
Y muchos entrenadores llegan a ejercer el cargo en las
selecciones de sus países, precisamente porque entienden absolutamente ese
código.
Por otro lado, excelentes profesionales no se sienten
atraídos por ese cargo, precisamente porque saben que para hacer jugar bonito,
naturalmente, a una selección, es necesario mucho tiempo de trabajo. Lo que no
es el caso en una Copa Mundial de Fútbol.
Por eso, en el evento mayor del fútbol mundial,
generalmente se destacan individualidades y no equipos.
Y los equipos que consiguieron destacarse, entraron,
por ello, a la historia. Por ser excepción.
Por lo tanto, en esta Copa Mundial, exigir de Brasil o
Argentina, por ejemplo, que den prioridad al juego bonito, en detrimento de la
victoria, es pedirles que sean eliminados.
Porque, inclusive, sería pedirles que desrespeten al
adversario.
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