GRUPO D
Suárez, Suárez, Suárez.
Luis Suárez es de los jugadores que nacieron para
marcar goles.
Posicionamiento buscando siempre la espalda de sus
marcadores, llamando para sí el pase.
Mirando la llegada del balón y, como si fuesen viejos amigos (y lo son), se encuentran y deciden el rumbo.
Mirando la llegada del balón y, como si fuesen viejos amigos (y lo son), se encuentran y deciden el rumbo.
Así fue que, en una de las pocas veces que tocó el
balón, Suárez marcó el primer tanto uruguayo, a los 37´. Y corrió para el abrazo agradecido, agradecido al
fisioterapeuta,
Walter Pereira, quien hizo posible su presencia en la
Copa.
Justo cuando Inglaterra había tomado cuenta del medio
campo y crecía peligrosamente en volumen de juego, llevando real peligro al
arco charrúa en tres ocasiones, de balón parado.
Justo cuando el salir de su campo le resultaba tarea
difícil para Uruguay.
Pero los buenos jugadores, encuentran siempre la forma
de traspasar la línea divisoria y entrar
en campo adversario, educadamente, pero sin pedir licencia.
Primer tiempo, Uruguay 1 x Inglaterra 0.
Rooney, Rooney, Rooney.
Rooney, predestinado a marcar goles.
Y hasta era una situación muy personal para él, pues
en las copas que jugó, pocas veces se encontró con el gol.
Centro desde la derecha, por abajo, y Rooney esperando,
esperando. Y como los grandes goleadores no esperan en vano, se encuentra con el
balón sin tomar en cuenta a su marcador. Era el gol del empate, 29 minutos del
segundo tiempo.
Y de cierta forma se hizo justicia, porque el equipo
inglés volvió de los camarines decidido al todo o nada.
Y Uruguay le facilitó las cosas, porque dejó de
atacar, o lo hacía muy esporádicamente,
Pero como el empate no era interesante para ninguno de
los dos, el juego quedó más abierto. Mejor para el público.
Y mejor para Luis Suárez, como siempre, Luis Suárez.
A los 39 minutos, Uruguay encuentra un espacio y el
balón va en dirección de quien le trata bien, por la derecha. Suárez, claro,
levanta la cabeza, coloca el balón y corre para el abrazo.
Para el abrazo de sus compañeros y de millones de
uruguayos.
Es el segundo gol del partido y el número 40 con la
camisa del Uruguay.
Gol que le permite quedarse, quedarse para aspirar
cosas mayores en esta Copa.
Que venga Italia el próximo 24 de junio, el mismo día
en que los ingleses (que tienen mínimas esperanzas) estarán enfrentando a Costa
Rica.
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