El empate, 0 x 0, contra el Brasil fue una sorpresa para todos.
Sorpresa que no deja de ser importante porque es la segunda vez que Bolivia le amarga al penta campeón en su propio territorio (la primera fue en el Morumbi de Sao Paulo, en 1985).
Pero es eso, nada más: estadística.
Todos los juegos son una historia diferente, a veces casual como ésta.
Con el puntito logrado en Río de Janeiro, el fútbol boliviano no cambiará un milímetro, continuará mediocre y desorganizado, sin rumbo.
Brasil, por su lado, con Dunga en el comando, continuará con su fútbol desfigurado, sin alegría, poco ofensivo y visitando las intermediaciones de la tabla.
Volvamos a pisar la tierra.
Información y análisis crítico sobre el deporte boliviano e internacional por Jorge González
viernes, 12 de septiembre de 2008
lunes, 8 de septiembre de 2008
Bolivia es un país triste
Los resultados no interesan más. El fútbol boliviano es tan mediocre, que ya nadie espera una victoria.
No creo que haya en el país alguien que espere una clasificación a la Copa de Sudáfrica 2010.
Nuestro fútbol no es competitivo, está por debajo del fútbol practicado en otros países.
Basta ver lo que se juega en la Liga del Fútbol “Profesional” Boliviano. Son juegos sin trascendencia, sin alegría, sin técnica, sin (con raras excepciones) táctica.
Imagínense, Pablo Escobar, un buen hombre paraguayo, se naturalizó boliviano y en seguida fue convocado a la Selección.
Es una muestra de la carencia de jugadores nacionales.
Escobar, buen jugador, buen ciudadano, buena persona, siquiera pudo quedarse en el Cerro Porteño de Paraguay, y es “estrella” en Bolivia. Ojala le vaya mejor en Brasil, ojala.
Participamos en torneos oficiales internacionales, para decir que estamos presentes, nada más que eso.
En los Juegos Olímpicos hicimos el ridículo y lo mismo estamos haciendo en las Eliminatorias.
¿Hasta cuando vamos a vivir en el limbo? ¿Cuándo vamos a pisar la tierra y darnos cuenta que somos limitados deportivamente?
Y todavía queremos defender lo indefendible, cuando disimulamos o queremos disimular que la altura es la única ventaja que tenemos con relación a los adversarios.
Y siquiera sabemos utilizar esa ventaja.
Eso no quiere decir que tengamos que renunciar al derecho que nos asiste de jugar en La Paz, pero seamos sinceros con nosotros mismos y sepamos reconocer esa nuestra ventaja. Y utilicémosla debidamente.
La selección boliviana está en el centro de las atenciones de las otras selecciones, porque saben que es significado de puntos a ser conquistados con una cierta certeza. Jugando en La Paz o el exterior.
A pesar de todo ello, respeto mucho la alegría del hincha nacional por su inmenso cariño y apoyo a la Selección.
El hincha sabe que el fútbol y una eventual buena presentación de la Selección son dos de las poquísimas posibilidades de tener alegría. Pero para ello, dependemos de una mala presentación de los adversarios. Ya no dependemos de nosotros mismos, lo que es una triste realidad.
Espero no pasar vergüenza en Río de Janeiro, cuando enfrentemos a Brasil el próximo miércoles.
Nuestro problema es cultural, es el reflejo del resto de la sociedad, en donde pocas personas se sienten dueñas del país.
martes, 2 de septiembre de 2008
Las bellas pueden ser campeonas
The Strongest, Ipatinga y Pablo Escobar
La ida de Pablo Escobar al Ipatinga FC de Minas Gerais, el mismo Estado donde Marcelo Martins Moreno Brillo (en el Cruzeiro), levantó polvo y dejó una pregunta en el aire; ¿Vale la pena dejar un equipo de primera división del fútbol boliviano, por otro equipo de segunda división del fútbol brasileño?
La respuesta es clara y contundente: Vale, sí.
El Ipatinga Futebol Clube es un equipo de fútbol de Brasil, situado en Ipatinga, Minas Gerais. Fundado en 1998, juega actualmente en la Serie A Brasileña.
A pesar de ser un club joven, el club mineiro ya fue campeón (2005) del campeonato del Estado de Minas Gerais, donde se destacan Cruzeiro, el Atlético y el América.
El Ipatingão, su estadio (foto), tiene capacidad para 30 mil espectadores y se constituye en el tercero en importancia en el Estado.
Ahora, claro está, que Escobar y su empresario desean utilizar al Ipatinga como trampolín para militar en equipos de mayor importancia y tradición, como queriendo repetir lo que pasó con Martins Moreno (que estuvo en el banco y jugó poco en el Victoria de Bahía.
Resta saber si Escobar tendrá físico para aguantar el competitivo fútbol mineiro, en donde, al igual que en cualquier parte del Brasil, existen, como mínimo, 10 jugadores esperando su vez para alternar en los equipos.
Tarea difícil para Escobar; dependerá de él para quedarse, seguir avanzando, o volver al Tigre como muchos jugadores bolivianos ya lo hicieron.
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