HISTORIA
En 1950, Uruguay se encargó de que la despedida sea
mortalmente triste.
El palco mayor del fútbol brasileño (y por mucho
tiempo, mundial), por ironía, tendrá a otro vecino del Río de La Plata,
Argentina, como su huésped ilustre, hoy, festejando la fiesta mayor del fútbol.
Solo el balompié puede propiciar reencuentros como
esos.
Que sea en buena hora.
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