ESTÁ LLEGANDO LA HORA
Como debe ser, los jugadores se ganan el puesto por lo
que demuestran dentro de la cancha, en los partidos.
Y frente a las evidencias, los entrenadores no pueden
ser contrarios a la realidad.
En partidos como los de la Copa Mundial de Fútbol, donde
deben ser jugados solo siete para llegar a la gloria, el raciocinio
debe ser ágil, rápido, inmediato. No hay derecho a equivocarse y a dar
ventajas.
Hay muchos factores para la bajada o subida de
producción, desde el físico y técnico, hasta el psicológico.
Y para llegar cien por ciento en esos tres aspectos a
una Copa Mundial, convengamos, hay poco tiempo, apenas 40 días de preparación.
Los futbolistas que vencen las dificultades propias de
la preparación referentes a los tres puntos, convencen al entrenador y hacen
parte de su equipo titular.
Y los que eventualmente se encuentran en la suplencia,
deben estar igual preparados para ingresar y no salir. Ese debe ser el objetivo
de cualquier profesional. Sin conformismos.
Muchas veces, en esta competencia de apenas 30 días,
los equipos definitivamente se forman durante la disputa. Sobre todo en la
primera fase, la de grupos, donde se juegan tres partidos.
En el Mundial de Fútbol, es en los octavos de final que los
absolutos, los imprescindibles, aparecen, para consagrarse a partir de los cuartos de final.
En este Mundial, ya hay dos consagrados, impescindibles para sus equipos: Neymar, en Brasil; y
Robben, en Holanda.
Messi, aún está debiendo.
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