Chacrinha, era un comunicador brasileño que, a través
de payasadas, con su bocina y su micrófono
pegado al pecho, divertía, literalmente, a todo Brasil, todos los sábados por
las tardes.
Desde dentro de su estrafalaria ropa y de bajo su
vistoso sombrero, Abelardo Barbosa lanzaba frases irónicas que marcaban (y
marcan aún) al público, pero sobre todo a otros comunicadores.
“Yo no vine a explicar, vine a confundir”, fue una que
me marcó personalmente.
Pero ninguna otra quedó más grabada en mi mente que (para
rimar, la escribo en portugués): “Em comunicação, nada se cria todo se copia”.
Traduciendo: En comunicación nada se crea, todo se copia.
Cuánta razón tenía el payaso.
En el periodismo boliviano, sobretodo en blogs y
páginas web deportivas, hay gente que no se conforma en copiar los textos
(flojera o falta de capacidad), pero lo más absurdo, por no decir antiético, es
que copien los conceptos, o sea, las ideas, ideas que construyen las crónicas
y comentarios, por lo tanto, propiedad intelectual.
Lamentable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario