Es por demás conocido que el gobierno boliviano (MAS) tiene
admiración por el gobierno brasileño (PT) y en viceversa se encuentra la
palabra respeto.
Entretanto, hay diferencias profundas entre un régimen
y otro:
En Brasil, sin la colaboración de la derecha, nacional e internacional,
los logros alcanzados por los presidentes Lula y Dilma Rousseff, no serían los
mismos, sobre todo en el área económica, y para ello no restringieron la presencia de multinacionales ligadas a la prospección y explotación de los suelos y mares brasileños..
Por su lado, en Bolivia, los avances
alcanzados por el presidente Evo Morales en el área económica y social, fueron proporcionales
a la confrontación explicita con la derecha, nacional e internacional, el
llamado “imperio”, amparado, claro, en la bonanza económica proveniente de los
coyunturales y excelentes precios de las materias primas abundantes (hasta
ahora) en las entrañas patrias.
El mismo comportamiento radical del presidente Morales
contra el imperio, tenían Dilma Rousseff, en la década del ´60, cuando formaba
parte de una organización guerrillera, y Lula, cuando era presidente del sindicato de los Metalúrgicos en São Bernardo, São Paulo, en la déca del ´80. Hoy, la presidenta brasileña (así como Lula en su tiempo), no tiene problemas
para convivir tanto con el “jefe del imperio” Barak Obama, como con el “enemigo
número uno” de ese mismo imperio, Fidel Castro.
En pleno Palacio del Planalto, en medio a platos, tenedores y cuchillos, los periodistas invitados no perdieron oportunidad de preguntarle a la presidenta: “¿Las críticas de la prensa le incomodan?”, y ella respondió: “Más
que incomodar, alertan. Ustedes no tienen idea de cómo a veces ayudan”.
Todo esto, para comentar que en el campo deportivo,
futbolístico precisamente, el MAS (Evo) y el PT (Dilma) también caminan en
sentido totalmente contrario.
Explico:
En Bolivia, el nuevo ministerio de Deportes fue creado
para “colocar orden” en la casa y defender, abiertamente, el cambio de
dirigentes en la Federación Boliviana de Fútbol - FBF (y otros), colocando como palabra de
orden la necesidad de que el fútbol boliviano “tenga una sola cabeza”, bajo el
comando de la misma FBF, terminando por lo tanto con la Liga del Fútbol
Profesional Boliviano. Es una posición ya manifiesta por el presidente
futbolero boliviano Evo Morales.
En Brasil, el ministerio del Deporte, creado también
para “ordenar la casa”, defiende abiertamente la creación de una Liga
Profesional de Fútbol, con la finalidad de quebrar el poderío de la
Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), con solidas ligaciones con la Conmebol
y la FIFA, dominada y controlada por gente corrupta y con fuertes ligaciones con
la dictadura militar que torturó y asesinó a miles de brasileños y brasileñas,
entre ellas la misma Dilma Rousseff.
La simpatía de Dilma con la idea de crear una Liga
formada por los principales clubes brasileños, quedó clara y manifiesta en la cena a la que la
presidenta brasileña invitó a periodistas deportivos brasileños para hablar de
la Copa, con la intención de que los formadores de opinión “colaboren” para, en
parte, disminuir las presiones de parcela de la población, crítica a la
realización de la Copa Mundial de Fútbol en Brasil.
En resumen, creo sería prudente que el gobierno
boliviano se asesore con gente que entiende y tiene experiencia sobre políticas deportivas, teniendo
como locomotora al fútbol; y como para ser el mejor, hay que rodearse siempre
de los mejores, ahí está, al lado nuestro, el país pentacampeón mundial de
fútbol.
No que Brasil sea precisamente un primor en políticas deportivas, pero sus errores también pueden enseñarnos mucho.
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