Bolívar llegó al fondo del pozo. Es preciso que recupere su institucionalidad.
No hay otra salida que no la renovación inmediata del directorio.
Así como en política, las instituciones en situación difícil deben escoger una salida institucional, que no vulnere la normalidad.
Y esa salida pasa, creo, necesariamente, por la renuncia inmediata de Mauro Cuellar y todo su directorio, y llamar a elecciones con fecha marcada en no menos de 30 días.
Cuellar llegó a una etapa en que no tiene más fuerzas ni económicas ni físicas para sacar a la academia de la situación a la que llegó.
Creo que lo más digno es reconocer que solamente la unión de todos los bolivaristas, pueden salvar al club con mayores glorias del fútbol boliviano.
Sería una salida honrosa para Mauro Cuellar, el presidente en cuyas gestiones Bolívar alcanzó los mayores logros futbolísticos de su historia.
La auditoria de toda la gestión deberá ser el paso siguiente, pero luego de cambiar a las personas que tienen hoy la responsabilidad de administrar el club.
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