CAMBIAR PARA MEJORAR
Pocos hablan, pero la
Copa del Mundo dejó para Brasil un gran legado que, si es bien administrado,
como parece estar sucediendo, puede posibilitar importantes cambios en la
estructura del fútbol brasileño.
La presidenta Dilma
Rousseff se reunió con representantes de los futbolistas profesionales de
Brasil, antes y después de la Copa.
En pauta, la urgente
reforma de los métodos de gestión del fútbol y su correspondiente democratización de sus prácticas.
“Ahora que tenemos los
estadios (construidos para la Copa), ¿cómo hacemos para mantenerlos llenos”¿,
preguntó la presidenta al mismo tiempo que responde:
“La gran lección de la
Copa es la necesidad de reformar el fútbol brasileño”.
Detalle importante, los
representantes de los futbolistas profesionales brasileños que se reunieron con
la presidenta brasileña, fundaron una organización llamada Bom Senso Futebol
Clube (BSFC), desconociendo a su propio sindicato y, al mismo tiempo, a la
FIFPro – Federación Internacional de Fútbolistas Profesionales, División
América.
El motivo central, es
que el sindicato y la FIFPro, División América, son muy conniventes con la Confederación
Brasileña de Fútbol (CBF), sus dirigentes, así como tiene relaciones íntimas
con la Conmebol y la FIFA, entidades denunciadas por malos manejos y
corrupción.
“Por un fútbol mejor
para todos”, es la palabra de orden del BSFC y se basa en tres segmentos
fundamentales: Un mejor Calendario; el Fair Play Financiero; y Más atención a la
Hinchada. http://www.bomsensofc.org/
En resumen: el gobierno brasileño reconoció al Buen Senso Fútbol Club
(BSFC) como interlocutor válido para intentar cambiar las estructuras caducas
del fútbol brasileño.
La idea es que Brasil vuelva a ser conocido como “el país del fútbol” y
no “el país del 7 a 1”
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