Es natural la preocupación del presidente Evo Morales
respecto de la pobre representación boliviana en los Juegos Odesur que terminan
este martes, 18, en Santiago de Chile. Apenas tres medallas de bronce (dos en tiro con Rudolf Knijnenburg y una en lanzamiento de bala con Aldo Gonzales).
Sin embargo, para hacer un análisis más pertinente, es
necesario que el mandatario boliviano conozca las marcas de nuestros atletas,
con relación a los de otros países. Éstas están más lejos que Bolivia de China.
Y son exactamente el reflejo de la realidad deportiva nacional.
Entonces, el objetivo inicial debe ser direccionado a
un cambio total de políticas estatales para el deporte olímpico. Y no veo
ninguna posibilidad de cambio sin hurgar el sector educacional.
Para tanto, se hace necesario un cambio radical en las
políticas educacionales estatales, creando nuevas mallas curriculares por
competencias, dando prioridad a la de educación física, con peso similar a la
de otras materias. Es necesario implementar reglas que obliguen a escuelas,
colegios y universidades estatales y privadas, en poseer espacios deportivos.
“Los dirigentes no permiten que el Estado aporte con
ideas y planes a la preparación de los atletas”, expresó el presidente, indicando
que “hay una manipulación tremenda”.
Me parece que no le están asesorando correctamente al
presidente Evo en el campo deportivo.
Porque ningún gobierno, como administrador del Estado,
puede interferir en la preparación
de los atletas, por el simple hecho de que no está capacitado para ello. Lo que
sí el gobierno debe es crear
condiciones para esa preparación.
Condiciones técnicas, en el sentido de dar medios para
profesionalizar a entrenadores deportivos, y crear incentivos para que las empresas
estatales y/o privadas, “adopten” atletas nacionales, a cambio de descuentos en
impuestos.
Esas políticas gubernamentales harán posible que las y
los atletas se dediquen única y exclusivamente a su preparación atlética y a su
preparación intelectual, sin preocuparse de dónde saldrá la alimentación diaria
para él y su familia.
Por experiencia, me parece un poco tarde tener como
albo colocar a Bolivia en los primeros lugares ya en los próximos Odesur en
Cochabamba-2018 como pretende el presidente. A lo mucho, se puede tener como
objetivo mejorar nuestras propias marcas.
Los avances en el deporte son generacionales y no
eventuales.
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