martes, 18 de marzo de 2014

DOS DESCUIDOS LE COSTARON EL PARTIDO A THE STRONGEST


Primer tiempo de un The Strongest jugando y defendiendo con personalidad y atacando así que posible.

Normal, porque el que tenía que preocuparse en alcanzar el gol adversario era el equipo local, Vélez.

El guión era ese, como suele serlo siempre que hay visita y anfitrión.

Y puntos importantes en juego.

Porque los locales saborearon varias veces la velocidad del contra ataque de los visitantes, generalmente por la izquierda, en jugadas elaboradas por Escobar y Alfaro, que contaban siempre con la complicidad de Cristaldo en el apoyo.

Por la derecha, Parada y Nelvin Soliz hacían lo propio, acudidos permanentemente por Chumacero, ya sea para atacar como para defender.

El peligro más latente para el Tigre estaba en sus propios pies, pues innecesariamente se apuraban, cuando lo prudente era trabajar más el balón e invitar al adversario a que salga de su extrema defensa.

Si eso suceder en el segundo tiempo, The Strongest puede dar un verdadero susto al Vélez.

Eso espero.  

Segundo tiempo y el Vélez se mandó al ataque desde el primer minuto.

La buena colocación del arquero Vaca de The Strongest comenzó a aparecer en demasía, lo que significaba que los locales estaban decididos a no dar tregua.

La distancia posicional en el Tigre comenzaba a carecer de la disciplina inicial y los espacios eran constantes en su medio sector y les cosataba mantener el control del balón.

Lo que obviamente aumentaba la presencia de los locales en la extrema defensa de los visitantes.

A esa altura, Alfaro era un simple observador, dejando, en consecuencia, literalmente, a The Strongest con 10 jugadores.

A esa altura, 70 minutos, un cambio se hacía necesario en el equipo boliviano.

Y así nomás fue; un minuto después, Bejarano entró en lugar de Chávez, que salió visiblemente cansado. Más aire para el medio campo.

El martillazo del ataque argentino era constante y la figura del arquero boliviano iba creciendo proporcionalmente, para sufrimiento y contento de la numerosa hinchada boliviana presente al estadio.

Treinta minutos complementarios de puro Vélez.

De tan puro que, después de robar un balón en su defensa, un pase largo encontró a Lucas Pratto al borde del área grande estronguista y con un tiro bajo y cruzado, marca el primer tanto para Vélez. 79 minutos.

Un minuto después, Jorge Correa, vence a la valla de Vaca por la segunda vez, después de una falla de Parada.

Fallas como consecuencia del cansancio físico y mental de los tigres.

Y como siempre, los barras bravas argentinos, en lugar de felicidad comienzan a demostrar lo peor de sus características, la violencia.

En resumen, dos fallas, una en ataque y la otra en la salida, le costaron el partido a The Strongest, que merecía por lo menos un empate.

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