Debajo de las banderas del fútbol, bandas se esconden para cometer fechorías.(Foto:Ultras). |
En São Paulo y varias partes de Brasil, sobre todo en las
grandes capitales de estado, las “torcidas organizadas” tienen tentáculos que
penetran no solamente en las mismas direcciones de los clubes, de los que
cobran beneficios, si no, también, en el crimen organizado.
La droga aprendida en la sede de la TUP. |
Debido a la acción de la policía paulista, esa fracción criminal que se traviste de hinchada del Palmeiras, pasará un carnaval más triste y, sobre todo, sin dinero en los bolsillos.
Por esa y otras cositas más, ¿alguien duda que la ley
debiera prohibir la existencia de barras bravas organizadas en todos los
estadios, inclusive en Bolivia?
Con la palabra el nuevo Ministerio de Deportes.
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