Olvidémonos de los falsos patriotismos, nacionalismos y socialismos.
El fútbol es la actividad más representativa del capitalismo, hija predilecta
de la globalización que por medio de la industria del entrenamiento (que son
los medios de comunicación, sobre todo la televisión) compra, vende y revende,
sin escrúpulos.
Negocio redondo, como la pelota. Pero bien redondita, para los que lo controlan,
sean estos dirigentes o dueños de medios de comunicación y/o programas deportivos.
Para ese grupo minúsculo, está todo bien en el fútbol boliviano. No es
necesario cambiar nada.
Esa gente todavía hacer creer que la FIFA y sus federaciones y asociaciones, son
entidades “sin fines de lucro”.
En Bolivia y en todo el mundo, los únicos que permanecen pobres y
mendigando sus sueldos, son los futbolistas. Jugadores que tienen sus cuentas
familiares (como alquileres, colegios y alimentación) atrasadas todo el año. Es
minúsculo el grupo de futbolistas millonarios.
En el caso específico de Bolivia, es el fútbol del hambre, donde dirigentes
contratan con promesas de sueldos fuera de la realidad, que nunca cumplen.
Y los medios de comunicación y programas deportivos, que contemplan todo,
callados, en una complicidad tan clara, no dicen nada.
Hay en Bolivia una relación “periodística” con “dirigentes” infame;
relación basada en “compañerismos”, cuya característica es tratarse siempre en
el diminutivo y cuyo principal reflejo es el agrado, con entraditas para “sortear
entre los oyentes y/o teles espectadores”, cuando no, “invitaciones” para
acompañar a los equipos en viajes, sobre todo internacionales.
Si quieren comprar audiencia, compren las entradas con su propio dinero
y regalen a quien quiera que sea, sin recibir favores de los clubes.
Caramba, ejercer la profesión de periodista deportivo, es mantener una
distancia prudente con dirigentes y futbolistas, ministros y vice ministros del
sector, porque, como decía Millör Fernándes (escritor, traductor, artista
plástico y periodista brasileño) “PERIODISMO
ES EJERCER LA CRÍTICA, SI NO PASA A SER TIENDA DE ABARROTES”.
Periodismo no es pensar primero en engrosar la cuenta bancaria, periodismo
es informar y ejercer el derecho a la crítica, de forma independiente y
objetiva.
Se puede mantener una relación profesional con el marketing deportivo,
pero nunca mezclarse, porque periodismo y marketing, son profesiones con intereses
muy diferentes, cada una con la práctica ética que las ciencias de la
comunicación social enseñan.
El fútbol boliviano está muriendo. Porque lo están matando.
Y hasta ahora no hay normas y legislación capaz de darle animo.
Pero, ojo, alarmantemente, esa crítica situación es buena para pocos,
que se están volviendo ricos.
En lo que respecta a nuestra profesión, sería bueno preguntarse si es
mejor tener una cuenta bancaria gorda y ninguna credibilidad.
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