Tenía la misma alegría en su trabajo o jugando al fútbol
con sus amigos.
Y competencia, además.
De lunes a viernes, se lo veía dando el toque preciso,
para dejar finitas las movilidades de sus muchísimos clientes.
La excepción era a las 12 en punto de los días viernes,
cuando todos sus empleados, dejaban las herramientas y vestían los pantalones cortos para disputar sendos partidos de fútbol,
Era el día en que esos trabajadores, que eran en realidad sus amigos, tenían un horario camarada,
porque el fútbol era una de sus pasiones.
Amaba tanto al fútbol que al día siguiente, sábado, al
medio día, ya estaba en la cancha nuevamente, esta vez para el partido
tradicional con los amigos. Era el infaltable encuentro semanal.
Desde nuestro primer contacto, no cambió para nada, continuó
el mismo.
Lo conocí en los años 90 cuando me acostumbré a
participar de las reuniones del equipo Volvo que él formó, para participar de
los sonados campeonatos inter empresariales, en la tradicional cancha de Pura
Pura, donde fue varias veces campeón.
No bastase ello, se daba tiempo y recursos para
participar de los campeonatos de la misma Liga, en la modalidad de fútbol sala.
Tuve la suerte de intercambiar pases y hacer paredes y
festejar nuestros últimos goles, en la Llajta,a fines del 2013, en nuestra tradicional reunión anual con los
entrañables amigos paceños que se fincaron en el cercado.
-----
Con toda esa tu notable trayectoria, ¿cómo no te vamos
a extrañar? ¿Cómo no vamos a sentir en este preciso momento tu falta?
Descansa en paz Ricardo, amigo, compañero.
Apenas te has adelantado para rayar la cancha.
Pronto estaremos vistiendo la misma
camiseta, nuevamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario