Qué primer tiempo más triste en Warnes, Santa Cruz,
entre el local Sport Boys y Bolívar.
Los locales, respetando mucho a visitantes que, pese a
la disciplina táctica demostrada, estaban más preocupados en no errar que en
atacar.
Nuestra ilusión era que mejore en el segundo tiempo,
ya que ambos equipos necesitaban de los puntos: uno para garantizar la punta
del torneo Clausura, y, el otro, para salir de la crisis y una posición
incómoda.
Ojo, Sport Boys y Bolívar, respectivamente.
De hecho, el segundo tiempo mejoró por una mayor
dedicación de los jugadores, pero hubo poca producción futbolística.
Debe ser el partido con mayor índice de pases errados
del campeonato.
Ninguna jugada trabajada, combinada.
Creo, definitivamente, que el problema de Bolívar no
es de entrenador.
Hay muchos jugadores con jueguito corto, con la misma característica, más conocidos
como “pichangueros”.
No es de extrañarse que el fútbol boliviano esté tan
bajo, si tomamos en cuenta que Sport Boys, que juega para lamentarse, es uno de
los líderes.
Encima de todo ello, la brillante imaginación de los
relatores y comentaristas de Bolivia TV, que transmitió el cotejo, y que concedieron
el premio de “mejor jugador del partido” a Walter Flores, según ellos, “por ser
el más destructor”.
Así camina nuestro fútbol, estamos premiando a quien
destruye el fútbol.
No sé si llorar o reir..
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