Está en la mesa de trabajo del presidente Evo Morales, la Nueva Ley del
Deporte.
Basta su firma y estará promulgada.
Para el fútbol en particular, es un avance.
La cancha debidamente rayada.
Ninguna persona que quiera entrar en ella, podrá subvertir sus
reglas.
La Federación Boliviana de Fútbol (FBF) y dependientes, instituciones y
personas, tendrán que ajustarse a la Nueva Ley para poder actuar dentro del deporte, formando parte del estado boliviano, como
cualquier otra institución pública o privada.
Es el fin de aventureros que veían en el fútbol una forma fácil y segura
de enriquecer y alimentar sus ambiciones personales, ambiciones de negocios y/o
políticas.
Lo más visible e importante de la nueva Ley es la exigencia de
transparencia en la administración de recursos y la imposibilidad de que
dirigentes no permanezcan por más de dos gestiones en sus cargos.
Obviamente que hay muchas cosas que ajustar de aquí para adelante, pero
se está dando el primer paso.
La Federación Boliviana de Fútbol, que deberá reformular sus estatutos
de inmediato, tendrá que hacerlo ahora llevando en cuenta la Nueva Ley del Deporte.
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