Apesar de bien intensionado, Cesar Salinas, presidente de The Strongest, viene cometiendo errores. |
La salida de Mauricio Soria como entrenador de The Strongest, abre
precedentes peligrosos para el funcionamiento de los equipos profesionales del
fútbol nacional.
En entrevista al programa televisivo "El Equipo Deportivo" de Televisión Universitaria, el domingo por la noche, Cesar Salinas, presidente de The Strongest, dijo que el
entrenador fue dispensado para que los “jugadores se sientan menos presionados
y mejor tratados”.
Caramba, si una persona no quiere ser presionada, dedíquese a otra
profesión menos a futbolista, dirigente, entrenador, utilero, etc., etc.
El fútbol es presión cien por ciento.
“Durante el viaje a Venezuela y Argentina, para jugar por la
Libertadores, los dirigentes que acompañaron a la delegación constataron que
Mauricio Soria no tenía una buena relación con los jugadores y el utilero”,
explicó Salinas, para justificar el rompimiento de contrato.
En ninguna actividad y más aún en el fútbol, el jefe (entrenador) debe
permitir que el control se le escape de las manos. Y eso significa luchar
contra gente que acredita estar por encima del club y, por eso mismo, capaz de
influenciar en el ego de un elenco formado por 25, 30 personas.
La relación cuerpo técnico-futbolistas, es un mundo en el que ningún
dirigente debe intentar penetrar, porque sería interferir en el trabajo del
entrenador, y, sobre todo, quitarle autoridad.
En el caso de The Strongest, durante el viaje a Buenos Aires, los
dirigentes quisieron trasladarse hasta el estadio en el mismo ómnibus del
equipo, en una actitud poco profesional, porque son momentos que anteceden a 90
minutos de juego, en los que cuerpo técnico y entrenador, después de la “charla
técnica”, profundizan su relación, con canticos y bromas. En esos momentos, camino
al estadio, la presencia de dirigentes es contraproducente. Lo propio en los vestuarios, antes y después del juego.
Como ex futbolista, Mauricio Soria sabe que la disciplina y el respeto son fundamentales para que un equipo funcione. |
Pues bien, el informe de esos dirigentes que, según ellos, fueron
maltratados por Mauricio Soria al no permitirles su presencia en el bus, fue
determinante para que el presidente Cesar Salinas anuncie la salida del
entrenador.
Pero no solo eso, porque la actitud de los jugadores durante el cotejo
frente a Ciclón, ayer domingo, confirmó que estaban de acuerdo con la dispensa
del entrenador, dando un mensaje indirecto de que menos presionados, jugarán
mejor. Una pena.
El episodio da a entender que los dirigentes de The Strongest,
encabezados por su presidente, acreditan en el absurdo de que los futbolistas
son más importantes que el entrenador. En número, puede ser, pero, en comando y
autoridad (o falta de ella), jamás.
La medida equivocada, adoptada por los dirigentes del Tigre es
aventurera, porque fue tomada en un momento impreciso.
El entrenador paraguayo Pablo Caballero fue dispensado por ser "muy buenito". |
Como lo fue cuando anunciaron la dispensa del paraguayo Pablo Caballero, considerado por ello como "un entrenador demasiado buenito".
Es necesario, urgentemente, que los dirigentes del fútbol boliviano lean,
se informen, se profesionalicen, para que tomen medidas con razón y no con pasión.
Ojalá que frente a The Strongest, el São Paulo no alcance su objetivo de sacarse de encima el peso de su propia
crisis, durante el juego del miércoles, a las 20h45, en La Paz, por la Copa Libertadores de América.
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