El fútbol boliviano volvió de la Argentina con nueve goles en dos
partidos por la Copa Libertadores de América.
Bolívar contribuyó con tres y The Strongest hizo su aporte con 6.
La enorme diferencia técnica y táctica que se vio contra Boca Jrs. y
River Plate, nos demuestra la triste realidad: el fútbol boliviano está
muy por debajo con relación al que se practica en el exterior.
Y ese proceso viene de mucho
tiempo.
Cansa ya hablar de las divisiones menores, porque simplemente en Bolivia no
existen.
A la carencia de futbolistas nacionales, se suma la llegada de
extranjeros de bajísimas cualidades técnicas y, en algunos casos, en el ocaso
de sus carreras.
De los entrenadores, ni qué decir.
Se ve métodos de entrenamiento y propuestas tácticas dentro de la
cancha, que son copias de lo que vieron en algún lugar fuera del país, o
leyeron en internet.
Se olvidan que cada país tiene su propia realidad, sus propios
elementos.
En el fútbol boliviano, se dan entrenamientos grupales donde el
individuo, la persona, el futbolista, no tiene atención personalizada.
La preparación individual, no existe.
Arqueros, defensores, volantes y atacantes, reciben la misma
preparación, física y técnica. Una linealidad absurda, alarmante.
Todo ese caos, se lo ve reflejado cuando los equipos bolivianos que se
aventuran en el exterior.
Nada cambiará mientras sigamos discutiendo respecto de los goles que nos
marcan, el resultado final de un partido, cuando lo que nos debe interesar discutir es el por qué de esos resultados.
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