Vivimos un fin de semana bien al
estilo del fútbol boliviano, en La Paz.
Marcelo Claure, el empresario presidente
de BAISA, empresa que administra Bolívar, anuncia que al final de la
participación del equipo en la Libertadores podrá dejar el cargo, resentido con
las críticas de la hinchada.
César Salinas, presidente de The
Strongest, se encuentra reunido con el entrenador Mauricio Soria, para definir
la permanencia, o no, del DT, en el cargo, sin explicar los motivos de esa
decisión.
Todo eso sería normal en medio del
caos en que el fútbol boliviano existe.
Pero creo que para la gestión del
fútbol en Bolivia, lo que menos interesa es el equipo de fútbol, exactamente la razón
de la existencia institucional.
Parece que ambos presidentes no saben
que tanto Bolívar cuando The Strongest, tienen, en horas, dos partidos
importantes por la Liga del Fútbol Profesional Boliviano, y, en días, juegos
definitorios por la Copa Libertadores de América.
Bolívar y The Strongest son instituciones fuertes, de interés público, sin dueños.
Bolívar y The Strongest son instituciones fuertes, de interés público, sin dueños.
Existen instancias y momentos oportunos
para abrir la boca y tomar decisiones en el fútbol.
Sería bueno que ambos presidentes
hagan su gestión conscientes de ese detalle, ya que las determinaciones que hoy
toman, les serán cobradas indefectiblemente a mediano y largo plazos.
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