Fin de año 2015 sonso y sin buenas
novedades en la perspectiva 2016.
Y ojo que hay en el
calendario factos importantes para el inicio del próximo año.
El principal, el día 22 del mes de enero, las
elecciones para la presidencia de Federación Boliviana de Fútbol.
Se hablan de nombres, candidatos,
pero no de cambios estructurales.
O sea, la misma práctica, el
mismo comportamiento, los mismos (pésimos) usos y costumbres.
Bolivia y su fútbol
necesitan de nuevos rumbos, pero no hay caminos y mucho menos quien los
construya.
Nadie sale a la palestra
diciendo soy candidato y lo que propongo es lo siguiente.
No hay quien presente un proyecto de trabajo de reestructuración.
No hay quien presente un proyecto de trabajo de reestructuración.
La opción parece ser la
misma de siempre: organizar clandestinos grupos de apoyo para ocupar espacios.
Y a lo que todo indica, las
personas que tendrán el poder de elegir, serán las mismas que, a su tiempo,
eligieron y mantuvieron en el cargo a Carlos Chávez, a quien abandonaron así
que entró en desgracia.
A propósito, el ex presidente, detenido en
Palmasola, prestaría un gran servicio al fútbol boliviano haciendo público los
métodos usados para conseguir el apoyo de tantos dirigentes para su elección y
reelecciones.
Ciertamente sobrarían pocas
personas con posibilidades de seguir mandando en el enlutado fútbol boliviano.
Definitivamente para cambiar
los rumbos del balompié nacional, se necesita más de personas con coraje, que
oportunistas con hambre de poder a cualquier costo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario