Se juega la Libertadores de
América en Bolivia.
Bolívar y The Strongest, grandes
del fútbol boliviano, recibirán a Boca, River, Racing, Sao Paulo, grandes del
fútbol sudamericano.
Las hinchadas comparecen a las
largas filas para adquirir entradas, pese
a los precios exorbitantes, para la realidad económica boliviana.
Me pregunto si los
futbolistas extranjeros que nos visitarán saben de lo que su presencia en La
Paz ocasiona.
Y me pregunto si los
futbolistas que actúan en el fútbol boliviano son conscientes de su doble
responsabilidad: jugar bien y vencer a la fama de los equipos adversarios que,
en realidad, es el motivo por el que la afición boliviana llenará el Siles.
En el Mundo, por horas, el fútbol hace
olvidar las divergencias ideológicas.
En Bolivia, gobernantes y opositores dejan en casa sus intereses
políticos y económicos y se funden vistiendo los mismos colores que identifican
su verdadero sentimiento.
Ahí no hay “izquierda” ni “derecha”,
lo que existe, son hinchas emocionándose, lado a lado, alentando un mismo equipo, en este
caso, Bolívar o The Strongest..
Es la liberación de los
sentimientos.
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