El entrenador Mauricio Soria asumió la responsabilidad por la derrota frente a Chile. |
La goleada
de la selección chilena, encima de la boliviana, 5 x 0, no me sorprendió.
Siempre lo dije: en el fútbol, hay lógica.
Porque, desde
todo punto de vista, dentro y fuera de la cancha, el fútbol chileno es, desde
mucho tiempo, superior al boliviano. En todos los sentidos.
La fiesta
vivida por la hinchada nacional durante cuatro días, fue una concesión de la
selección ecuatoriana, y acabó.
La
selección chilena se encargó de volvernos a nuestra realidad, con cinco goles
originados en su fútbol colectivo y ofensivo, pero que contaron con las fallas
de marca (debido a un pésimo posicionamiento del equipo) y la falta absoluta de capacidad para valorar la pose de balón, de
parte de la selección nacional.
La
hinchada boliviana, que siempre ve las cosas mayores de las que son (producto
de la carencia de emociones deportivas), pensó que finalmente ya habíamos
encontrado el rumbo, después de la victoria frente a Ecuador. Pero no es así.
Mauricio Soria intenta explicar la goleada
El
entrenador Mauricio Soria asumió la responsabilidad diciendo
que se equivocó al colocar en campo a otro equipo y no el mismo que venció a
Ecuador.
Puro ejercicio de retórica.
Porque
selección no es lo mismo que equipo de liga; a la selección, se supone, van los mejores del momento; y quién es el
responsable por escoger a los mejores del momento, es el entrenador.
En el caso
de la Copa América en Chile, los 23 ciudadanos que representan al fútbol
boliviano, son de extrema confianza de Mauricio Soria. Se supone.
Entonces,
lo mínimo que uno puede esperar es que todos los 23 futbolistas llevados a
Chile, estén en condiciones de ocupar un lugar en el equipo titular, con la
misma solvencia.
Al intentar
asumir la culpa y decir que se equivocó en la formación del equipo que fue
goleado, Mauricio Soria hace exactamente lo contrario de lo que deseaba: colocar
la culpa en los jugadores.
Con sus palabras, el entrenador boliviano dividió a los 23 seleccionados en dos grupos: Uno, los que jugaron
frente a Ecuador y se quedaron en el banco frente a Chile, y dos, los que los substituyeron y son parte del "equívoco" del entrenador.
Una pena,
porque los partidos de cualquier selección, se los gana, se los pierde o se los
empata, exactamente por todos los futbolistas que forman el elenco.
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