El desafío de todo
seleccionador es armar un equipo competitivo con los futbolistas que, a su criterio,
son los mejores.
Y Mauricio Soria, entrenador
de la selección boliviana, no puede huir
de esa regla futbolística básica.
Es su responsabilidad.
Porque para tener menos posibilidad de errar, existe el calendario y la programación de partidos amistosos. Y el primer gran error del entrenador boliviano, fue justamente no haber exigido más partidos amistosos. Se conformó siendo sparring de Argentina, que nos goleó 0 x 5.
Y por lo que hemos visto en
el partido frente a la Argentina (el único antes de la Copa América), el
entrenador nacional erró al confiar mucho en el solo hecho de que jugadores como
Martín Smedber y Sebastián Gamarra jueguen en el fútbol europeo (Suecia e Italia, respectivamente), para lanzarlos, como titulares, frente a los
argentinos, sub campeones mundiales. Los dos jugadores, sin entrar en el mérito
de que si tienen o no condiciones técnicas, por lo menos frente a los argentinos,
demostraron que carecen de un fundamento básico para las posiciones en que
juegan en el medio sector: marca. O sea, por esa carencia, los dos no pueden
jugar juntos en un mismo equipo. ¿Soria sabía de esa carencia? Creo que no,
pues los convocó sin haberlos visto
jugar en sus equipos.
A ese episodio, se suma el
hecho de que los naturalizados Pablo Escobar y Damián Lizio, otros dos integrantes
del medio sector, también no poseen el don de la marca. En consecuencia, entrar
a la cancha con el sistema táctico 4-5-1, con apenas un medio campista marcador
(Danny Bejarano), fue (y será) un verdadero suicidio. ¿Soria no lo sabía? Por lo visto,
no, pues hizo su equipo sin partidos amistosos, que son los que permiten
conocer la capacidad y característica de los jugadores desconocidos.
(Paréntesis para dejar claro que en el fútbol actual, los especialistas solamente en la marca o en la creación, ya no son absolutamente necesarios; imprescindible es una mezcla de ambas condiciones)
Así, cierta y seguramente
(eso espero) el entrenador de la selección boliviana, deberá presentar en el debut,
frente a México, el próximo viernes, a un equipo totalmente distinto al que fue
goleado por Argentina, porque será necesario, inclusive, crear espacios para
que los laterales nacionales puedan apoyar más al medio sector y al ataque,
condición que ni Edemir Rodriguez, por la derecha, ni Leonel Morales, por la izquierda, tuvieron frente a los argentinos.
Obvio que sin medio campistas que marquen y apoyen, los zagueros Ronald Raldes (Ronald Eguino) y Edward Zenteno, continuarán a sufrir, y el delantero Marcelo Martins Moreno, será nuevamente solo espectador.
La pregunta es, entre los 23
hombres llevados a la Copa Chile-2015, por Mauricio Soria, ¿hay laterales y medio campistas con capacidad
física de marca y talentosos para crear y servir al ataque?
Si no los hay, la responsabilidad
será del entrenador Mauricio Soria, absolutamente.
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