Hasta el año de 1969, precisamente el 19 de noviembre, nadie había alcanzado tremenda proeza.
Esa noche, en pleno Maracanã y por ironía, con un arquero argentino en el arco contrario, Andrada del Vasco da Gama, Pelé marcaba su gol nº 1.000.
Y aún tuvo tiempo de marcar 282 goles más, antes de despedirse, en 1977.
Como ningún otro futbolista
(Vean y escuchen, con el relato de Flávio Araujo).
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