Miércoles con sobredosis de emociones.
Emociones futboleras.
Porque los periodistas también tenemos derecho a emocionarnos, pese a
que, sabemos, por fuerza de oficio, debemos mantener nuestras emociones
escondidas. (Opinión muy personal).
Entonces, ¿qué hacer?
Nada, a no ser cumplir nuestra obligación y buscar formas de acompañar
dos encuentros futbolísticos, en dos escenarios separados por miles y miles de
kilómetros.
El clásico paceño
En La Paz, Bolivia, The Strongest y Bolívar, en clásico que podrá modificar
radicalmente la cima del tablero de posiciones.
Si The Strongest vence, pasará a tener 30 puntos, a tres puntos de los dos
punteros (Bolívar y Oriente Petrolero), y colocará su nombre como candidato al título,
cosa que hace tres fechas apenas, ningún fanático atigrado pensaba.
Si Bolívar gana, será el puntero absoluto del torneo (36 puntos), habilitando
su nombre como favorito al título, confirmando que se trata de un equipo ya formado
y no en formación.
El clásico mineiro
En Belo Horizonte, Brasil, Cruzeiro y Atlético Mineiro, un clásico donde
cualquiera que sea el resultado, consagrará al fútbol de Minas Gerais.
Atlético será campeón con un empate o una derrota simples.
Cruzeiro, para lograr el título, necesita vencer por tres goles de diferencia.
Nadie esconde en Bolivia que, para el sentimiento nacional, mejor
si gana Cruzeiro, donde juega el delantero boliviano Marcelo Martins Moreno.
Es un partido para definir la Copa do Brasil, uno de los dos torneos anuales
más importantes de Brasil; el otro, el Campeonato Brasileiro, ya tiene dueño:
Cruzeiro.
¡Haya emoción!
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