Las hinchadas festejan, conmemoran, se sienten muy felices.
Claro, no puede ser diferente: poquísimas veces
equipos bolivianos pasan a los octavos de final en la Copa Libertadores de
América.
Más aún, tratándose de los dos mayores equipos, por
historia y conquistas.
Particularmente, dejo a las hinchadas de Bolívar y The
Strongest, que aprovechen la oportunidad de sentirse feliz.
Como periodista, me coloco en mi lugar, porque creo
que las dos actividades (hinchada y prensa) no deben, ni pueden, confundirse o
más directamente, fundirse.
Cada una tiene su propia razón de existir, de ser.
La clasificación de Bolívar y The Strongest, al
contrario, me deja la constatación de que carecemos de triunfos, victorias,
conquistas.
Deja al desnudo nuestras carencias deportivas.
Carencias tan profundas que no dudaría que en el país
sea declarado “feriado nacional”, si se diera la casualidad de que académicos y/o
Tigres, pasen a los cuartos de final.
Más realista, como nos obliga nuestro deber de oficio,
sé que lo contrario, nos devolverá a nuestra realidad, a nuestra verdad.
Verdad que nos llevará a buscar la mejor forma de
prepararnos para ver la Copa Mundial de Fútbol Brasil-2014, desde nuestro mejor
sillón.
Ver el fútbol ecuatoriano y brasileño participando del
mayor acontecimiento futbolístico mundial; coincidentemente el fútbol de países
cuyos representantes, Flamengo, Paranaense y Emelec, fueron eliminados por
equipos bolivianos, Bolívar y The Strongest.
O sea: ¿Somos superiores?
Bueno, ahí cada persona o periodista deportivo hace el
análisis que le parezca, de acuerdo a sus conveniencias.
Yo hice la mía.
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