El sueño de Mauricio Macri, presidente de Boca Jrs parece ser el querer ser el “Berlusconi argentino”.
Todos pueden soñar, más aún, si tienen mucho dinero.
Lo que no pueden, es permitirse, en nombre de su poder económico, destruir el deporte en general y el fútbol en particular.
Esa mezcla, fútbol-política, casi siempre resultó en corrupción.
En Italia, llegó más lejos: mafia.
Berlusconi fue primer-ministro, pero después cayó en desgracia.
Nadie recuerda si fue peor político o peor dirigente deportivo.
En Argentina, Macri utilizó a Boca Jrs. para lanzarse a la política y ahora luchará con todas sus fuerzas para alcanzar el gobierno de Buenos Aires, en la segunda vuelta que se realizará en día 24 de este mes.
Está en su derecho, pero sería mejor si, públicamente, renuncia a la dirigencia boquense.
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