Para quien veía a la Academia como un equipo sin chances, la sorpresa está siendo mayúscula.
Ya está con 34 puntos, faltando una facha para terminar el Torneo Apertura de la Liga, y se coloca como serio candidato a representar nuevamente al país en uno de los torneos internacionales.
Los juegos de este domingo serán definitivos para todos.
Soy convencido de que el fútbol es un trabajo colectivo, de equipo.
Pero no puedo dejar de reconocer que dos personas son i9mportantes para el repunte de Bolívar.
Marco Antonio Sandy, el entrenador, que repite lo que Vladimir Soria en su tiempo, hizo.
Trabajar dentro de una relación amigable y muy seria con sus dirigidos, que hace poquísimo tiempo eran compañeros de trabajo.
La segunda persona es Thiago Leitão; el brasileño se colocó el equipo al hombro y lo llvó a sendos triunfos, con una presencia goleadora que había mostrado cuando jugaba en Wilstermann.
Dentro de un campeonato técnicamente mediocre, Leitão aparece como la figura del campeonato.
Nada mal para un equipo (no considero a Bolívar un club) en crisis.