The Strongest confirmó su recuperación futbolística,
goleó 3 x 0 a Real Potosí y se coronó campeón del Torneo Apertura de la Liga el
Fútbol Profesional Boliviano 2013.
Para ese acontecimiento, sin embargo, tuvo mucho que
ver el comportamiento de su tradicional e histórico adversario, Bolívar, que
necesitando una victoria simple para ser el campeón, perdió su compromiso en la
Villa Imperial, 0 x 1, frente al Nacional Potosí.
Recuerdo aquí lo escrito en el post de 16 de
diciembre:
“Nada más oportuna esta mi frasecita: En
el fútbol, un partido solo termina, cuando acaba.
Cambiando una palabra, podríamos afirmar:
en el fútbol, un campeonato solo termina cuando acaba.
Entonces me animo a escribir que Bolívar
tiene todo para ser campeón, desde que juegue su último compromiso con el balón
en el piso, pero, sobre todo, con las emociones controladas”.
Bolívar no controló sus emociones y pecó una vez más por
una ansiedad que le fue desfavorable en sus últimos encuentros; eso le impidió
definir jugadas y decidir partidos, lo que, al final, le costó el campeonato.
The Strongest, por su lado, tuvo comportamiento
psicológicamente correcto, ya que criticado inclusive por su propia hinchada,
supo cerrar filas, solucionar problemas en lo más íntimo de sus camarines (incluso
de atraso de sueldos). O sea, entró a la cancha sabiendo que un subcampeonato
ya estaba de buen tamaño, lo que le dio más tranquilidad para encarar su último
y decisivo partido. Y coronarse campeón.
Una vez más lo afirmo, ganó el que mejor hizo las cosas.
The Strongest Campeón.
Porque en el fútbol, sí, hay lógica.
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