El problema ético aquí es de quién acepta la invitación.
De ninguna forma, un periodista, en nombre del medio que represente,
puede viajar gratuitamente para realizar una cobertura profesional.
Al aceptar, el periodista estará perdiendo cualquier posibilidad de ser
objetivo y la independencia de la empresa de comunicación a la que representa
estará seriamente comprometida.
El comportamiento de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), al emitir
ese "Comunicado Operativo" público, demuestra, una vez más, que no existe ninguna vergüenza
y mucho menos respeto por los medios de comunicación y por los periodistas.
Cuanta verdad tenía el periodista, traductor y diseñista brasileño
Millör Fernandes cuando escribía: “El periodismo es crítica, si no, pasa a ser
tienda de abarrotes” donde todo se vende.
¿Cómo, después de episodios como
ese, tenemos todavía dudas del por qué se encuentra el fútbol boliviano donde
está?
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