El nuevo presidente de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano, Marco Peredo, declaró en alto y buen sonido, que “no cobrará un centavo por ejercer el cargo” y que pedirá a todos los dirigentes que lo acompañan "que no cobren ni un centavo."
A principio parece ser una
idea buena, admirable y bien intencionada.
Pero no lo es.
Porque va en contra mano
de lo que significa el fútbol profesional.
Y el fútbol profesional
exige que todos los que trabajan en y para el, lo hagan de forma integral y no
en el tiempo que les sobra de sus actividades diarias.
El fútbol boliviano
necesita dirigentes en tiempo completo y eso solo se conseguirá con personas
remuneradas.
Si esas personas tienen
dinero y no necesitan sueldos, que los donen o reviertan para las instituciones, problema de
ellos.
Basta de conceptos
amateurs.
Basta de ver al fútbol
como actividad secundaria.
Basta de hipocresías como
"el fútbol es una actividad sin fines de lucro."
El fútbol boliviano no
necesita de comportamientos paternalistas ni populistas, necesita, sí, de
gestiones transparentes en el manejo del dinero público.
El fútbol boliviano
necesita ser autosostenible.
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