Corría el 29 de diciembre de 1964, yo era jugador de la cuarta división de Bolívar y aprovechaba, gracias a la credencial de jugador, para no faltar al Siles y ver el campeonato de la Asociación de Fútbol de La Paz.
Hasta ahora, al entrar al histórico estadio, siento la sensación de la
hinchada bolivarista, que en la tarde de ese día, como hoy,
temía ver a su equipo en “la B”.
Serían los 32 minutos más dramáticos para la historia de la Academia, a
ser jugados después de un partido postergado, tres días antes, debido a una
torrencial lluvia, y que estaba empatado, 1 x 1, con goles de Barbosa, para
Universitario´, a los 17´, y Villarroel, para Bolívar, a los 38, ambos en el
primer tiempo.
A los 27 minutos del partido postergado, el zurdo y bajito
Montenegro, después de una perfecta cobranza de falta, se encargó de enviar a
Bolívar al descenso, sellando con tinta oscura la historia bolivarista.
Una “Operación Retorno” fue iniciada de inmediato, con el liderazgo de
Chichi Siles y Lauro Ocampo.
Al año siguiente, Bolívar retornaba, de forma invicta, a la primera
división, reiniciando una gloriosa historia futbolística.
Por esas ironías que el fútbol suele presentar, la Academia había sido
rebajada por el Universitario, equipo de la Universidad Mayor de San Andrés
(UMSA), cuyo presidente era Mauro Cuéllar.
Ironía mayor es que, años después, Cuellar llegó a la presidencia del
mismo Bolívar.
Y las ironías no paran por ahí, en la gestión de Cuellar, Bolívar
consiguió los mayores logros de su historia, entre ellos la final de la Copa
Sudamericana, en 2004.
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