Chávez y Soria, a procura del perdón del pueblo potosino, |
Es la primera vez en la historia del fútbol boliviano, que la opinión
pública de un departamento decide quién debe ser el entrenador de la selección
boliviana de fútbol. En este caso, Potosí.
Para quien no conoce el caso, podría parecer un avance social, una
verdadera aula de democracia en Bolivia.
Pero no lo es.
Mauricio Soria, es el candidato de Carlos Chávez, presidente de la
Federación Boliviana de Fútbol, al puesto de comandante de la selección.
Es candidato del grupo de Chávez; es la respuesta a sus adversarios que
ya decidieron apoyar el nombre de Eduardo Villegas, entrenador de Oriente Petrolero,
club del que Chávez fue expulsado.
Si de demostraciones democráticas se tratara, Eduardo Villegas ya debería
estar trabajando, en las actividades previas, en la programación anual y en la logística
técnica, previa a la convocación de jugadores el próximo año.
Pero, en la cabeza del presidente de la Federación parece que la
coherencia es palabra prohibida.
Me parece que a Carlos Chávez le gusta andar por caminos chuecos, como,
además, es su carrera de dirigente deportivo.
Él y su entorno, no entienden que están plantando en esos caminos, las minas
que irán a explotar su mandato.
Después del pedido obligado de disculpas de Soria y del perdón de
algunos cívicos potosinos, van a confirmar a Mauricio Soria como entrenador de
la selección, contradiciendo a toda la opinión pública boliviana; traicionando
a la lógica de que los mejores deben estar, siempre, en la selección.
Pero, recuerden, ante los primeros resultados negativos de la selección,
las explosiones se llevarán no solo a Soria, como también podrán apagar las
pocas luces de la gestión de Chávez.
Creo que la indicación del entrenador de la selección nacional, no puede y no debe depender de un pedido de disculpas.
Potosí no merece, El fútbol boliviano también no.
Amigo es el que avisa.
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