El joven guardameta bolivarista falló nuevamete y entregó los puntos en Oruro. |
CUANDO LA HUMILDAD HACE FALTA
El fútbol depara siempre sorpresas, sobre todo cuando
antes e cada cotejo aparecen los favoritos que, dentro de la cancha, demuestran
que no lo habían sido.
Bolívar, en días previos a su viaje a la ciudad de Oruro, se colocaba
como preferido para la crónica, pues la variantes con relación a los jugadores
que disputaron la última Libertadores eran mínimas.
San José, por su parte, pasó un mes bastante
complicado, pues es uno de las instituciones futbolísticas bolivianas en la que
la hinchada y el periodismo deportivo tienen mucha influencia, determinante a
veces, lo que ocasionó la caída de su entrenador, Álvaro Peña, antes de iniciar
su participación en el campeonato. Sería presa fácil para los celestes de La
Paz, pensaban los observadores.
Sería hasta lógico, inclusive un empate, pero el
arquero Quiñones falló nuevamente y cedió el partido a los santos e Oruro: 1 X
0, gol de Closa, a los 15 minutos de iniciado el pleito. Víctoria con el prepardor físico Teodoro Cárdenas fungiendo como entrenador.
Frente a las fallas, entonces, no hay lógica que
valga.
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