¿El presidente, vicepresidente y ministros no van
asistir este espectáculo?
¿El ministerio de Culturas no va a promover esta
actividad que forma parte de nuestra cultura diaria?
¿Quién les reconoce a estos bravos pilotos bolivianos
que día a día compiten con el destino para llevar un pan a su familia?
¿Hay un despliegue espectacular de los medios de
comunicación para cubrir e informar esto que no es ningún evento y más bien es
parte de nuestra competencia cotidiana?
¿No merecen ser llamados héroes estos pilotos y pasajeros que arriesgan
permanentemente su vida para poder llegar a su destino y comenzar de nuevo al
día siguiente?
Ya que somos tan carentes de ídolos, acompañemos a las
esposas e hijos de estos valientes desbravadores que saben luchar contra las
desventuras para poder sobrevivir, familias estas que se encuentran en
permanente oración para pedir a Dios que sus ídolos regresen con vida a sus
hogares.
Creo que no es necesario pagar millones, ni buscar o inventarnos héroes;
ellos están ahí, en nuestro propio Dakar.
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