Dos fueron los motivos para que el entrenador Geninho,
apoyado en informes de los departamentos Médico y Físico del Sport de Recife,
no aproveche al volante boliviano Alejandro Chumacero:
1. La anterior directiva y el anterior cuerpo técnico del
club brasileño, cometieron el equívoco de contratar al jugador como medio
volante (volante de contención o de marca, para la cultura futbolera boliviana),
y solamente en los entrenamientos notaron que el biotipo de Chumacero no era
apto para la posición y porque…
2. … no estaba al mismo nivel de sus compañeros en lo que
respecta a su condición física (fuerzas rápida y explosiva, sobre todo la
primera), requisito por demás importante para el sector donde se desempeña, el
medio campo. Esa deficiencia es muy difícil corregirla en un futbolista pasados
los 20 años de edad, porque, para ello, el cuerpo de un jugador de fútbol
responde, positivamente, hasta los 18 años.
De los cinco fundamentos del fútbol ligados a la
fuerza, Chumacero alcanzaba índices aceptables solamente en uno: Capacidad
explosiva (piques, dribles, etc.) En los otros cuatro, impulsión vertical,
potencia de disparo, disputa de balones y marca “cuerpo a cuerpo”, demostró
serias deficiencias.
La dura realidad del fútbol boliviano
La constatación es que, físicamente, Chumacero, como
la mayor parte de los jugadores bolivianos, es víctima de una precaria formación
y errada alimentación, consecuencia, respectivamente, de la desactualización
profesional formativa en el fútbol nacional, y de la pobreza económica de las
familias, realidad perversa que redunda en la precaria alimentación de la mayoría
de los niños bolivianos.
La otra constatación es que, técnicamente, Chumacero
juega en una posición poco apta para su condición física, lo que demuestra que sus
primeros entrenadores (durante su formación en The Strongest) no supieron
orientarle correctamente en el sentido de escoger con más coherencia la
posición en que mejor se desempeñaría en el campo de juego.
Si un jugador como Chumacero, que en los torneos de la
Liga boliviana se destacó por sus habilidades con el balón y por su capacidad
física explosiva, no está apto para soportar las duras lides del fútbol
brasileño, no debe sorprendernos los resultados que son alcanzados por los
equipos bolivianos (y la selección) en torneos de alta competencia, como las
Eliminatorias, la Libertadores y la Sudamericana.
Debemos preocuparnos, sí, en la formación de entrenadores formadores, para
no desperdiciar el talento de los niños.
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