Dominar un partido sin marcar goles, no significa haber jugado mal. |
No voy a entrar en el
simplismo de decir empató de local porque jugó mal.
The Strongest dominó el 80
por ciento del partido frente a Real Potosí, intentó llegar al gol por los tres
frentes y la bola no entró.
El cero a cero fue el
resultado justo, porque defenderse y soportar esa presión, fue mérito del
equipo visitante.
El entrenador César Farías
hizo lo correcto, inclusive cuando retiró del campo a Jair Torrico, uno de los
más regulares del equipo, pero, para las circunstancias, sin las
características necesarias para ir de frente al arco rival y decidir, cosas
que, evidentemente, la hace mejor Rodrigo Vargas.
Al sacar a Pablo Escobar,
también el entrenador acertó, pues el capitán atigrado no iba bien por la banda
derecha y no fue bien por el medio, más atrasado, encargado de armar y sumarse
al ataque.
Afirmar que Escobar podría
definir el partido en una jugada o balón parado y que su salida fue un error, es jugar con
suposiciones y, en el fútbol, con el tiempo corriendo, el entrenador tiene que
tomar actitudes inmediatas.
Decir que un equipo jugó
mal, cuando el arquero de ese equipo es un simple observador, como en el caso de The Strongest, es entrar en el
lenguaje de la hinchada, que ve las cosas más con pasión que con razón.
Por otro lado, la rotación de
jugadores que se está viendo en The Strongest, es una práctica moderna y
necesaria en el fútbol actual, a no ser que se trate de futbolistas imprescindibles,
pero, convengamos, en ningún equipo boliviano existen figuras imprescindibles.
The Strongest no jugó mal,
Real Potosí es que se defendió muy bien.
Y porque, además, en un partido de fútbol, la cantidad de goles no significa que un equipo sea mejor o peor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario