El equipo de Bolívar está con una nueva actitud, pero le falta saber imponerse dentro de casa. |
El hecho de que esté
demostrando una evidente mejora en el concepto marcación.
De que tenga una nueva
disposición para implementar la solidaridad durante el partido, sobre todo cuando
se trata de mostrarse para recibir el pase.
De que se vea una concreta pauta de que la función de los jugadores es más importante que la posición
destinada a ellos.
Y de que tenga una mayor
cantidad de jugadas concluidas, independientemente si terminan en gol.
Son conceptos que denotan un
evidente cambio en el fútbol que el equipo de Bolívar está jugando, con el
comando del entrenador Beñat San José.
Eso pudo verse durante el
juego frente al Atlético Nacional, pese a la derrota, 0 x 1, y la consecuente
eliminación de la Copa Sudamericana.
Siquiera el penal no marcado
por el árbitro ecuatoriano Roddy Zambrano a su favor, al final del partido,
tuvo relevancia en la eliminación.
Bolívar se auto eliminó en
La Paz, cuando, jugando como local no supo vencer el juego (apenas empató 1 x
1) y no evitó que los colombianos le marquen un gol.
Nuevamente, el equipo
celeste paga por no saber imponerse en su propia casa.
El consuelo puede estar en el hecho de que ese es un mal de todo el fútbol boliviano.
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