viernes, 2 de septiembre de 2016

BOLIVIA VENCIÓ A PERÚ, JUGANDO UN FÚTBOL SIMPLE Y ORDENADO

Marcelo Martins Moreno, Ronald Raldes y Erwin Saavedra: experiencia y juventud, para la victoria.
Bolivia se quedó con los tres puntos, porque tuvo disciplina táctica y aplicación, nada más que eso; lo que significa  mucho para el fútbol boliviano.

Buena tarde del arquero Quiñones; dos laterales, Rodríguez y M. Bejarano, con órdenes de subir solamente cuando sea preciso; dos zagueros centrales, Raldes y Zenteno, también fijos y sin rifar el balón; dos volantes de marca, Flores y Azogue, encargados de recibir el segundo balón para iniciar el ataque con la incumbencia de evitar perder el balón en la intermediaria y no fallar en el pase; un volante libre, Jhasmani Campos, encargado de armar el juego; dos volantes delanteros, Escobar, por la derecha y Arce, por la izquierda, para entrar en diagonal, pero también encargados de marcar; y un centro delantero, Marcelo Moreno, con la libertad de salir del área grande y crear espacios para sus compañeros. Esa fue la fórmula del entrenador Ángel Guillermo Hoyos, apenas modificada por la lesión de Jhasmani.

¿Algo nuevo en el fútbol de la selección boliviana? Si, algo importante: la disciplina táctica, producto de los entrenamientos, lo que ya es considerable para el nivel del fútbol nacional.

Sin embargo, esa receta de cierta forma fue favorecida por que al frente tuvo a un equipo peruano joven, poco canchero, pero bastante violento (la lesión de Jasmani es producto de esa fórmula). Su entrenador Gareca dio preferencia a lo físico, en función de la altura.

A Gareca le estuvo funcionando su propuesta, hasta que a los 20 minutos las circunstancias hicieron con que Diego Wayar ingresase al campo en lugar de Jhasmani.  Wayar le dio más vigor a la marca en el medio sector y mayor velocidad a la rotación del balón. La libertad de acción de los peruanos disminuyó considerablemente y el ataque boliviano, con Arce, Escobar y Martins, pasó a tener mayor asistencia.

En una de esas jugadas, a los 31 minutos, Pablo Escobar recibió el balón solo desde la izquierda y lo envió por encima del travesaño peruano.

Seis minutos después, por la intermediaria de la derecha, se produce una falta a favor de Bolivia y Pablo Escobar batió muy bien la falta, marcando el primer gol del partido.

Después del descanso, el segundo tiempo comenzó con la evidencia de una de las características del fútbol boliviano: En vez de continuar buscando el ataque, dio espacio para que los peruanos dominen el partido y dicten el ritmo. Un peligro, porque había ingresado el delantero y goleador peruano Paolo Guerrero, a quien no se le puede dar espacios.

Quiñones comenzaba a destacarse en el arco boliviano, lo que denotaba la superioridad peruana.

Frente a esa situación, a los 62 minutos, el entrenador de la selección nacional reacciona y refuerza la marca boliviana, con la entrada de Erwin Saavedra en lugar de Pablo Escobar, cambio que traía el valor agregado de que el equipo no perdía poder ofensivo, debido a las características del joven Saavedra.

Equiparadas las acciones, Marcelo Martins comenzó a aparecer, marcando, abriendo espacios y disputando los balones que por arriba le llegaban.

A los 88 minutos llegó el premio al esfuerzo y a la disciplina táctica del equipo boliviano. El capitán Ronald Raldes marcó el segundo gol, cabeceando un balón enviado por Bejarano, después de un córner muy bien cobrado desde la izquierda.

Victoria que por las circunstancias sirvió para la explosión emocional en cada uno de los integrantes del equipo nacional y para disimular las carencias de la hinchada.

Raldes, Flores, Escobar y Martins, que habían sido preteridos por el anterior seleccionador, son importantes porque con su experiencia, le dan el equilibrio necesario a un equipo que necesitaba recuperar su autoestima.

Quiñones, Rodríguez,  Zenteno  Bejarano, Wayar, Saavedra, Jhasmani y Azogue, tienen el compromiso de demostrar el equilibrio necesario para ganar la posibilidad de tener continuidad en el equipo.

Y a los otros futbolistas que no jugaron les queda la obligación de seguir entrenando para encontrar su lugar.

Pero, ojo, contra Perú, fue apenas una victoria alcanzada como local, con dos goles de balón parado.

Vamos con calma, porque no todos los adversarios son iguales.

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