Está llegando la hora de las definiciones en el fútbol boliviano.
Faltan dos fechas para el fin del torneo Clausura de la Liga y si
quieren superar sus niveles en el segundo semestre, los equipos deberán
tomar determinaciones contundentes.
A comenzar, con coraje, terminar el vínculo contractual con futbolistas que tienen
la pésima costumbre de formar grupos, para presionar entrenadores y dirigentes,
haciendo de todo para destruir en lugar de construir un equipo.
Eso pasa en todos los equipos, pero, este año, precisamente, pasó en
Bolívar.
Por eso es que los entrenadores que llegan a Bolivia, aparte de demostrar
conocimientos técnico-tácticos, deben tener la capacidad de administrar
conflictos que tienen que ver también con el comportamiento individual de sus
comandados.
Frente a la carencia de grandes futbolistas, triunfos y conquistas en el
país, el periodismo deportivo acostumbra
a ensalzar en demasía a jugadores de niveles medianos, los que, inclusive, no están
preparados para recibir elogios, dándose demasiada importancia y convirtiéndose
en falsos líderes, lo que, al final, es contraproducente para los objetivos
deportivos de las instituciones donde juegan.
En el caso de Bolívar, entiendo la preocupación de los dirigentes, cuando
anuncian la llegada de un entrenador europeo, porque me parece que lo
importante es que ese profesional esté totalmente alejado de la relación
personal con los futbolistas, evitando de esa manera que él se sume a uno de
los grupos en disputa. Pero no será suficiente, porque la situación llegó a tal
punto, que si no hay dispensas de varios futbolistas, la Academia continuará
padeciendo, lo que es incomprensible dado que tiene el mejor elenco del país.
El ejemplo de The Strongest con el entrenador venezolano César Farías es importante tomar en
cuenta, porque no siendo previamente amigo de ninguno de los jugadores
atigrados, llegó y consiguió colocar las cosas en orden, a comenzar por
demostrar que en su equipo no existen intocables. Y el fútbol que el equipo
está jugando demuestra que está en lo cierto.
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