Si señoras y señores, acrediten, en la imagen que ilustra este post, está escrito
el acuerdo al que llegaron el Ministerio de Deportes y la Liga del Fútbol
Profesional Boliviano.
Es un papel sin ningún membrete, sin fecha, que da la lamentable impresión de no ser
oficial. Pero lo es, porque, en él, están las firmas del ministro Tito Montaño,
del presidente de la Liga, Marco Ortega, del secretario general de la Liga,
Hormando Vaca Diez, y del tesorero de la Liga, Jaime Oña.
La precariedad física del documento se debe a que la
reunión estaba marcada simplemente para que la dirigencia de la Liga presentase
los documentos de la entidad, para que el Ministerio de Deportes la reconozca.
Pensándose oportunistas de los buenos, los dirigentes aprovecharon la reunión para que el
ministro Tito Montaño firmase un acuerdo de cinco puntos. El ministro no tuvo ningún
inconveniente en firmar, pues sabe que, en el fondo, esos cinco puntos representan
que, ahora, los dirigentes del fútbol boliviano tendrán que actuar respetando lo
que la Ley Nacional del Deporte determina, ley que no era aceptada con el
argumento de que el fútbol boliviano solo responde a las directivas de la FIFA.
Lo que los cinco puntos del acuerdo dicen, en copia literal (inclusive con sus errores de redacción), es lo siguiente:
1. “La Liga del Fútbol Profesional Boliviano procede en
la presente fecha a presentar los documentos requeridos para su reconocimiento
deportivo por parte del Ministerio de Deportes. El Ministerio de Deportes
revisará la documentación presentada para proceder con el reconocimiento de la
Liga del Fútbol Profesional Boliviano.
2. Tras la explicación
del alcance de la Ley Nacional del Deporte y la aclaración de la no intervención
del estado, los representantes de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano
expresaron su acuerdo con el texto de la Ley Nacional del Deporte.
3. Ambas instituciones conformarán comisiones de trabajo para
desarrollar la Reglamentación de la Ley del Deporte. El ministerio de Deporte
cursará las notas oficiales convocando al trabajo conjunto. La Liga del Fútbol
Profesional Boliviano se comprometió a cursar notas a cada uno de los clubes
para el cumplimiento del registro ante el Ministerio de Deportes.
4. Los representantes de la Liga del Fútbol Profesional
Boliviano reconocen y se comprometen a respetar y acatar las normas jurídicas
del Estado Plurinacional de Bolivia.
5. El Estado podrá establecer los mecanismos de apoyo de
acuerdo a la Ley Nacional del Deporte y
su Reglamentación.”
Parece que los dirigentes de la Liga salieron contentos porque el ministerio
se comprometió a “no intervenir” (sin especificar en el documento a qué tipo de
intervención se refieren) y establecer “mecanismos
de apoyo”.
Obvio que el gobierno no va a intervenir en asuntos del fútbol, pues esa
es incumbencia técnica de la FIFA. Pero, sí, podrá intervenir, por ejemplo, en asuntos relacionados a dineros que
llegan provenientes de la FIFA y/o entidades afines, en nombre de Bolivia. Bien
como en lo relacionado a contratos de trabajo entre clubes y futbolistas.
Resumiendo, la Liga del Fútbol Profesional Boliviano y sus clubes
afiliados, deberán llevar libros contables y declararlos anualmente a
instancias impositivas pertinentes, cosa que nunca lo hicieron.
La cancha comienza a ser rayada.
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