Chumacero (3), fue el destaque del equipo boliviano, por su desmarque en el medio sector y llegada permanente al ataque. |
Fue un partido de seis goles y podía haber sido de más, tan frágiles
eran las defensas de ambos equipos.
La falta total de jerarquía del equipo venezolano, permitió al combinado
boliviano terminar la jornada festejando el triunfo como si fuese una
clasificación, tal es nuestra carencia de victorias.
La selección boliviana provechó mejor los errores de la flaca selección
venezolana y venció el cotejo por 4 a 2.
El entrenador boliviano Baldivieso acertó en colocar un equipo compuesto
en su mayoría por jugadores que militan en el fútbol de La Paz y que realizaron
básicamente lo que hacen en sus equipos.
Eso permitió que el medio sector sea más versátil en el desmarque, dando
mayores posibilidades para el pase. En ese contexto, a destacar, la permanente movilidad
de Chumacero, que apareció varias veces con solvencia por la banda derecha del
ataque, teniendo participación directa en dos de los goles.
Sin embargo, hay que tener conciencia de que si el adversario fuese más
ofensivo y corajoso, el resultado podría ser otro, porque continuamos con las
fallas visibles en la marca, individual y colectiva.
Espero que la emoción por la victoria sea administrada con mucho
criterio dentro de la selección nacional, para evitar triunfalismos inmediatos
que eleven más el espíritu emotivo en lugar del racional.
Al final, es bueno tomar en cuenta que el fútbol boliviano necesita más
de sostenibilidad y no de acasos, como la selección venezolana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario