Exageración aparte, al destacar la “actitud, garra, coraje y mística”,
que expusieron los futbolistas de la selección boliviana de fútbol, en los dos
partidos por las Eliminatorias, en declaraciones al periódico Los Tiempos de Cochabamba,
el entrenador Julio César Baldivieso demostró que aprendió la primera lección
para obtener el respeto de sus dirigidos.
Esto es, un entrenador jamás debe hablar mal de los futbolistas en
público y por los medios de comunicación.
Para llamar la atención a los jugadores, hay momentos, forma y lugar específicos.
No nos olvidemos que las “estrellas” son los jugadores.
Viviendo y aprendiendo, señor Baldivieso.
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