El clásico lo venció quien
aprovechó mejor las fallas del adversario.
The Strongest tuvo el mérito de convertir en
goles dos desencuentros entre el medio campo y defensa de Bolívar, y marcó a
través de Castro y Escobar.
Después de un primer tiempo
equilibrado, de idas y venidas, y un
segundo en el que ambos equipos
comenzaban a especular, inclusive las fuerzas físicas, el Tigre se salió mejor
en las dos conclusiones.
Por lo demostrado en todo el
cotejo, me sorprendió el resultado, porque, creo, el empate era lo que se
acercaba.
Los dos entrenadores
plantearon bien a sus equipos, con la diferencia de que los jugadores bolivaristas
tuvieron más descuidos individuales, ligados principalmente a la marca, lo que
les costó el partido. Los cambios también fueron correctos, porque ambos equipos los
hicieron para buscar la victoria.
Por detalles, The Strongest
salió victorioso.
El fútbol es cien por ciento
concentración.
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