The
Strongest jugó con velocidad y Bolívar con prisa.
Y por
eso ganó (2 x 0) el clásico boliviano.
En el
futbol, rapidez o prisa no es lo mismo que velocidad.
Desde el
inicio del partido los jugadores celestes quisieron apurarse en los ataques,
intentaron el pase con rapidez, atacar con prisa, deseaban liquidar el pleito
rápidamente, olvidándose que había una hora y media de juego.
Esa
actitud les costó el partido.
Peor,
porque el Tigre decidió jugar con velocidad, pero sin apuro, y encajó el primer
gol a los 10 minutos a través de Reina.
No creo
que The Strongest haya sido futbolísticamente mejor que Bolívar, porque los dos
equipos buscaron el ataque y quisieron llegar al arco adversario.
Más
bien, creo que, para tranquilidad de su entrenador Eduardo Villegas, los atigrados
tuvieron más criterio futbolístico. Erraron menos en los pases en velocidad. Lo
que en el futbol moderno es un fundamento decisivo.
Y al
volver del descanso, para sorpresa de todos, los bolivaristas partieron al
ataque con la desesperación de empatar rápidamente, dejando que el desorden se
instale en sus filas, para desesperación de Miguel Portugal, su entrenador.
Y al
minuto del segundo tiempo, desbordando con tranquilidad por la derecha, intercambiando
pases certeros en velocidad, los aurinegros llegaron hasta la última línea adversaria
y con un pase criterioso hacia atrás, marcaron el segundo y decisivo gol en
jugada concluyente de Escobar (foto).
En el
futbol, velocidad no es lo mismo que prisa.
¿De
acuerdo?
Este texto también fue publicado en mi columna de www.late.com.bo
No hay comentarios:
Publicar un comentario