La improvisación es la palabra de orden del fútbol boliviano.
Que lleva a situaciones desastrosas como la que estamos viviendo
actualmente.
La renuncia de Ronald Raldes y Marcelo Martins a la selección nacional,
es producto de ello.
Como lo son las manifestaciones de Alejandro Chumacero, Pablo Escobar y
otros, con referencia al estilo “lengua suelta” de Julio César Baldivieso,
entrenador de la selección boliviana de fútbol, acostumbrado a criticar a sus
jugadores a través de los medios de comunicación y anunciar sus métodos de trabajo
públicamente, antes mismo de hacerlos conocer a sus comandados.
Así fue y así será, y por ello Baldivieso es el entrenador más criticado
por los futbolistas, debido exactamente a ese comportamiento. Es el entrenador
con más anticuerpos en el ambiente futbolero profesional.
Fue por eso que no llegó antes a la selección, su nombre es muy
resistido por los futbolistas, que no les gusta trabajar con él.
Es el estilo personalista y ególatra del entrenador, costumbre que carga
desde su época de jugador.
Su propia llegada a la selección fue resultado de la improvisación,
indicación tomada por dirigentes improvisados para 40 días, que no tuvieron
autoridad para hacer prevalecer lo pactado con Miguel Ángel Portugal, indicado
inicialmente para el cargo, y dejado de lado después de presiones de
presidentes de clubes afiliados a la Liga.
Ante la negativa posterior de Eduardo Villegas, que pactó con Bolívar su
permanencia, los interinos de la Federación no tuvieron otra alternativa que
ceder a las presiones públicas de Baldivieso para ocupar el cargo.
Si la crítica pública, la deserción y renuncia de jugadores a la
selección nacional continuar, no creo que Baldivieso resista.
Y su ciclo puede terminar antes mismo de comenzar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario