Cargando una de sus crisis más agudas, dentro y
fuera de la cancha, Bolivia entra al campo de juego hoy, a las 4 de la tarde,
para enfrentar a Venezuela por las Eliminatorias Sudamericanas para la Copa del
Mundo Brasil-2014.
Lo que menos se habló los días previos a este
cotejo, fue de futbol; por propuesta del entorno boliviano a este deporte,
sobre todo la prensa, se enfatizó más el histórico de ambos equipos, tópico en
el que Bolivia lleva ventaja simplemente porque tuvo más participaciones en
torneos internacionales que Venezuela, donde el basquetbol, el pugilismo y el
beisbol, fueron, hasta hace 20 años atrás, deportes más practicados que el
balompié.
En lo puramente futbolístico, en el momento, Venezuela
tiene más equipo y mejor futbol, lo que se refleja en el gran índice de jugadores
trabajando en el balompié europeo y asiático.
Desde ese punto de vista, favorita para brillar
más, es la camisa vino tinto. Por su lado, la verde es una verdadera incógnita,
pues, una vez más, no entrenó debidamente pues sus principales figuras (Ronald Raldes
y Macelo Moreno) se incorporaron horas antes de la confrontación y el cuerpo
técnico estuvo más preocupado en las mujeres y telenovelas venezolanas que en
su propio trabajo.
Para complementar el pésimo ambiente previo al
cotejo, el gobierno, por medio de Impuestos Nacionales, está cobrando a la
Federación Boliviana de Futbol (CBF) impuestos atrasados por un valor que se
acerca a los dos millones de dólares.
Todo bien, acepto el argumento transitado de
que dentro de la cancha serán 11 contra 11, pero nadie me quita de la cabeza que
el futbol tiene lógica y la lógica para esta tarde indica que Venezuela está
mejor.
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