Fue una tarde triste para el fútbol boliviano.
Por el fútbol presentado (o, peor, por la falta de él) y porque se constató que el tiempo considerable de entrenamiento, no tuvo el aprovechamiento necesario.
A la inoperancia de los dirigentes, al dejar para última hora la cuestión de sueldos y premios, se sumó a la inoperancia del entrenador Erwin Sánchez, de quien se esperaba ideas nuevas en el aspecto táctico.
Pienso que si se coloca a tres hombres de marca, los llamados “volantes de contención”, es para poder soltar más a los laterales.
Pienso también que un equipo que juega con esos tres hombres de marca, es para que, cuando atacados, uno de ellos se sume a la zaga central, formando un trío, capaz de tener un último hombre para la cobertura, por lo tanto evitar jugar en línea.
Se jugó con nueve hombres defendiendo, inclusive Moreno o Martins, y un solitario, Joselito Vaca, incumbido de la coordinación.
Muy poco para una selección de fútbol, donde se supone están los mejores de un país.
Al no tener gente para armar, para triangular, para crear o generar fútbol, Bolivia tuvo a dos delanteros perdidos y sin posibilidades de ejercer su función.
Por todo eso, comienzo a dudar de la capacidad de Edwin Sánchez para las funciones de entrenador de la selección.
Puede parecer que soy muy enérgico, pero los errores cometidos por el equipo que él montó fueron muy primarios.
De Uruguay no podía esperarse otra cosa.
Tuvo un inicio contundente y poco a poco percibió que al frente tenía un rival muy débil y sin ningún talento creativo y ofensivo.
Por el fútbol presentado (o, peor, por la falta de él) y porque se constató que el tiempo considerable de entrenamiento, no tuvo el aprovechamiento necesario.
A la inoperancia de los dirigentes, al dejar para última hora la cuestión de sueldos y premios, se sumó a la inoperancia del entrenador Erwin Sánchez, de quien se esperaba ideas nuevas en el aspecto táctico.
Pienso que si se coloca a tres hombres de marca, los llamados “volantes de contención”, es para poder soltar más a los laterales.
Pienso también que un equipo que juega con esos tres hombres de marca, es para que, cuando atacados, uno de ellos se sume a la zaga central, formando un trío, capaz de tener un último hombre para la cobertura, por lo tanto evitar jugar en línea.
Se jugó con nueve hombres defendiendo, inclusive Moreno o Martins, y un solitario, Joselito Vaca, incumbido de la coordinación.
Muy poco para una selección de fútbol, donde se supone están los mejores de un país.
Al no tener gente para armar, para triangular, para crear o generar fútbol, Bolivia tuvo a dos delanteros perdidos y sin posibilidades de ejercer su función.
Por todo eso, comienzo a dudar de la capacidad de Edwin Sánchez para las funciones de entrenador de la selección.
Puede parecer que soy muy enérgico, pero los errores cometidos por el equipo que él montó fueron muy primarios.
De Uruguay no podía esperarse otra cosa.
Tuvo un inicio contundente y poco a poco percibió que al frente tenía un rival muy débil y sin ningún talento creativo y ofensivo.
Los jugadores uruguayos (foto) corrieron cinco veces para el abrazo y podían haberlo hecho más.
SOLO ES FUTBOL, PERO COMO DUELE ¡¡¡
ResponderEliminar…y al final estamos ni mejor ni peor que antes
Este sábado resulto ser uno mas, de los tantos, la selección se comenzó a caer desde los primeros minutos, con una selección de Uruguay que no se tuvo que despeinar, para inflarnos las redes cinco veces, con un arquero que veía como nos pasaban por encima y la débil defensa no la conseguía controlar y el inexistente medio campo miraba como los delanteros se consumían impotentes y faltos de ideas.
Peor no podíamos comenzar, en esto que solo es una competencia, pero el efecto es devastadoramente emocional y las consecuencias debería motivarnos, debería impulsarnos hacia alguna parte, pero si antes no lo hicimos, porque ahora lo haríamos, caemos y nos volvemos a levantar, caemos y nos volvemos a levantar, volvemos a caer y volvemos a levantarnos…la tortura no acaba.
¿Quienes son más culpables? Los jugadores, los hinchas, los dirigentes, los periodistas o el árbitro. Los que juegan no lo hacen gratis además se supone son profesionales, los que pagan por ver el espectáculo anteponen el corazón antes que la razón, los dirigentes invierten capital o sea que tampoco nadie les regala nada, la mayoría de los que trasmiten el espectáculo son profesionales con un largo recorrido…entonces que.
A nuestro juicio es una combinación de lo uno y de lo otro es decir: de mediocres, de cómplices, de incapaces y de alcahuetes si eso mismo. LOS JUGADORES un conjunto de individuos que desde la adolescencia son escogidos por sus cualidades físicas y potenciales para este deporte, los mismos que con los años van adquiriendo experiencia como así mismo sumando años, que les resta valor, en un torneo nacional poco exigente, en el que no encuentran niveles adecuados de presión, para incrementar su nivel y entonces sucede lo previsible se quedan en el camino…y es lo único que tenemos a mano.
LOS HINCHAS esa anónima masa, que jornada a jornada sigue sus colores con el corazón en la mano, pero cerrando los ojos sacando las ultimas monedas del bolsillo, convencidos de que es la mejor forma de apoyar a su equipo, pero sin abrir la boca, sin comparar que el salario que ellos perciben en años los otros lo perciben en semanas meses. Lo saben ellos, lo saben los otros…pero nadie abre la boca o son mudos o son cojudos.
LOS DIRIGENTES ese reducido grupiculo de privilegiados, en un país donde no abundan muchos ricos, pero si los ciegos y entonces los tuertos con frondosos prontuarios hacen las reglas que ellos mismos terminan rompiéndolas, cuando ante la ausencia de planificación para los resultados, en plena operación se encuentran contra la pared y entonces buscan sobrevivir para el corto plazo, es decir…la visión empresarial no existe.
LOS PERIODISTAS esos alcahuetes que juegan a cuatro bandas, haciendo las veces de juez, jurado, verdugo y victimas. No se ruborizan si tienen que promocionar a jugadores extranjeros, restándoles la oportunidad a los juveniles, un dinosaurio que por sus múltiples arrugas fue desplazado en su origen, un producto terminal que se lleva millones de recursos sin dejar nada…aunque están las escasas excepciones.
Pero la alcahuetería de los periodistas deportivos no para ahí, si no que al encontrar un deficiente nivel, se hacen parte de el y lo encubren con delirantes transmisiones de mediocres partidos, los que maquillan para vender publicidad, además de encubrir los desmanes de los disque ”jugadores profesionales” por temor a que estos no les otorguen entrevistas, las que mendigan para colorear sus emisiones…y de critica naranjas.
Cabe aclarar que dos DINOS como el recordado JULIO BORELLI y el machacante TITO DE LA VIÑA cual discos rayados, no cesan de repetirnos, que el problema reside en las inexistentes divisiones inferiores, pero nadie quiere reparar en ello y así nos va, sino sembramos entonces no esperemos cosechar…elemental, pero en este futbol de sordos, ciegos, mudos e inútiles donde siempre terminamos chocando con la misma piedra y los tristes resultados…si no nos ocupamos de ello, entonces, comencemos a comprar a los árbitros, es la ultima opción que nos queda…pero hagamos algo…yaaaa ¡¡¡
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