Lejos de las discusiones de que éste o aquél entrenador será mejor para la selección, es bueno volver a la constatación de que nuestro fútbol es eso nomás.
No se puede pedir más a los que no tienen para dar.
Técnica y físicamente no tenemos condiciones de bregar con los otros países.
Tácticamente, nos venimos aplazando a cada compromiso; basta acompañar los juegos de la Liga.
Lo que muchos llaman de “actitud” no es nada más ni nada menos que ganas. Y eso, en el partido frente a Colombia, los jugadores pusieron.
Pena que en el fútbol solo las ganas no sean suficientes para vencer.
Los vencedores nacen y son (bien) preparados en la universidad de la vida.
Y la vida de los bolivianos no es la mejor.
Salta a la vista.
Abandonemos el empirismo y profesionalicemos nuestro fútbol, inclusive en el ámbito periodístico.
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