La FIFA arguyó razones médicas y para proteger la salud de los jugadores, para determinar que en el futuro no se jueguen más partidos internacionales que estén bajo su tutela en ciudades que estén arriba de los 2.500 m.s.n.m.
Si esos son los argumentos, ¿prohibirán también a los estadios que se encuentran en la ciudad de México, São Paulo, Buenos Aires y Santiago, América Latina; y a Tokio (Asia), Nueva York, Bon y Londres, en América del Norte y Europa?
Esas ciudades están, comprobadamente, entre las más contaminadas (poluidas) del mundo.
Si de proteger la salud se trata, la contaminación ambiental de São Paulol es igual o peor que la altura, para el desempeño atlético, de día o de noche, con frío o con calor.
Seamos coherentes amigos brasileños. Los intereses son otros y pasa por el negociado de la televisión y sus lucros que envuelven a las empresas que detienen los derechos de transmisión y que trabajan lado a lado con los capos de la Conmebol, entre los que se encuentran Teixeira de la CBF y Grondona de la AFA.
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